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sábado, 8 de agosto de 2015

Enfoques Emergentes



Enfoques Emergentes del Liderazgo Empresarial  

El presente ensayo busca plasmar las bases y características principales de algunos enfoques emergentes del Liderazgo Empresarial en las organizaciones, y sus consideraciones en las diversas entidades venezolanas, tomando en cuenta el contexto de la actualidad gerencial, la cual está inmersa en un mundo de cambios tecnológicos, sociales, políticos, ambientales, entre otros.
En primer lugar, quisiera enfatizar que los diversos enfoques emergentes de liderazgo consideran que el líder es capaz de influir en los seguidores mediante la inspiración, esto en repuesta a la comunicación que mantiene con su equipo; destaco, además que estos nuevos enfoques toman principios de las teorías tradicionales, pero agregan valor al contribuir con otras interpretaciones para lograr un liderazgo eficaz en el contexto empresarial, tal es el caso del liderazgo transformacional, el liderazgo ético, el liderazgo resonante, el liderazgo en equipo y el liderazgo náutico.
 En lo que respecta al Liderazgo Transformacional, Lussier y Achua (2005), consideran sinónimos los términos de liderazgo carismático y liderazgo transformacional, al respecto se puede entender el carisma como el proceso de influencia en las actitudes y premisas de los componentes de las organizaciones para efectuar transformaciones significativas y comprometerse con la visión de la organización; por lo tanto, este liderazgo se caracteriza porque el líder tiene una visión clara de lo que quiere, es empático y esta dispuestos a correr riesgos personales para alcanzar su visión.
El liderazgo transformador muestra que para conseguir resultados altamente positivos, a los líderes les corresponden aprender a crear un ambiente de trabajo efectivo. Necesitan beneficiarse de los puntos fuertes de cada uno del personal que integra a la organización, en vez de concentrarse simplemente en los puntos de desarrollo. Los líderes deben aprender a elogiar y promover emociones positivas como comprensión, optimismo, gratitud motivación, por lo que precisan desarrollar e incentivar las relaciones de apoyo mutuo en todos los niveles y ofrecer un profundo sentido de significado y propósito del trabajo.
Por lo tanto, ejercer un liderazgo transformador representa el cultivar un clima organizacional positivo; entablar relaciones, mantener la comunicación y crear, en cada uno de los liderados, una percepción de sentido y significado positivos de su trabajo; por lo que se debe ir más allá del cambio de comportamientos y actitudes, desarrollar nuevas creencias y valores, confiar en la capacidad y en la buena voluntad, en las posibilidades del virtuosismo y de la excelencia superior al límite.
Entre los actuales enfoques, también se encuentra al Liderazgo Resonante, al respecto y en los términos de comunicación la mejor forma de decir, si hay un equilibro con las relaciones interpersonales e intrapersonales, es la resonancia y la disonancia, por lo que Goleman (2002) manifiesta que “las personas más resonantes son aquellas que sintonizan mejor con los demás y las que mantienen relaciones más transparentes, porque la resonancia minimiza el ruido del sistema”; además Goleman (2005) expresa que la capacidad intelectual por sí sola no hace al líder, pues estos deben saber manejar las emociones. 
Considerando lo anterior, el líder desempeña un rol significativo en el clima emocional colectivo ya que explícita o implícitamente fija la norma emocional del equipo. Si un líder carece de la capacidad para conducir las emociones apropiadamente, sus acciones no darán resultados adecuadamente; por lo que este líder debe encauzar los sentimientos de las personas emocionalmente positiva.
En consecuencia, unas de las características del líder resonante son el optimismo y la empatía, lo que se traduce en un entusiasmo por parte de sus seguidores. Esta empatía debe permitir interpretar las emociones ajenas, con el propósito de generar esa relación que permita alcanzar los objetivos organizacionales propuestos, y por ende la visión empresarial.
Para algunos investigadores, el líder resonante, posee la habilidad de ajustar las características de todos los estilos de liderazgo (visionario, coaching, afiliativo, democrático), pues cada uno de los estilos se fundamenta en un conjunto de competencias emocionales heterogéneas según sea el caso, conservando una conexión con sus seguidores ampliando el tono emocional positivo.
En este sentido, el liderazgo resonante conduce al líder a reconocer a un seguidor conferido de emociones, competente para relacionarse, para empatizar, y entender el impacto de dicha emoción en las decisiones, llevando a humanizar el proceso de liderazgo, por lo que los líderes resonantes deben desarrollar la capacidad que tienen para sintonizar con sus propios sentimientos y de los miembros del grupo para lograr el éxito personal y el buen desempeño empresarial.

Otro modelo emergente es el Liderazgo Ético, que según Robbins (2009), estas personas saben quiénes son, lo que creen y valoran; y los liderados lo consideran personas éticas y una de sus cualidades más importantes es que generan confianza. Esta confianza es una expectativa positiva de que otra persona no actúa de forma abusadora. La expectativa positiva involucra conocer a la persona y entenderla, para eso hace falta la interacción, que se conozca al líder y se esté claro en quien es.
Ahora bien, estos líderes deben ser emocionalmente estables, pues son quienes podrían construir acciones éticas, por lo que este liderazgo debe estar cimentado en virtudes, en la propia condición humana, en el respeto a la persona, en valores antropológicos, los cuales son propios del hombre; es una manera de ayudar a la edificación del respeto organizacional como plataforma de las intervenciones para la transformación, el desarrollo y la competitividad, por lo que la dirección de una empresa es ética cuando se rige por unos principios que se llevan a la práctica empresarial, en consecuencia todo lo concerniente con códigos, valores y normas descansa sobre la toma de decisiones en una búsqueda de lo que se espera en el marco del deber ser.
Al respecto, es importante señalar que Moreno (2001) manifiesta que el líder debe poseer ciertas virtudes: prudencia, templanza, fortaleza y justicia, las cuatro “han de guiar el liderazgo ético porque están fundamentados en la persona (directivo líder y ético) y (éste) se dirige a personas” (p. 7). El autor menciona que a) Prudencia: ha de regir nuestra conducta, presente en todas las actuaciones, b) Templanza: tener ánimo sereno, equilibrado  para transmitir serenidad en una empresa, de que las cosas se hacen de la mejor manera posible, c) Fortaleza: como virtud de ánimo, donde el líder se mantiene de pie aunque los demás desfallezcan y d) Justicia: los colaboradores han de percibir que el líder es justo. Si la justicia está presente en la dirección, se gana credibilidad con los colaboradores.  Cuando hay arbitrariedad y prepotencia, se pierde la posibilidad de llevar a los equipos de trabajo al éxito.

Por otro lado, tenemos el Liderazgo Quántico, cuya denominación fue dada por Cuevas (2012), quien manifiesta que este líder a nivel empresarial debe buscar nueva manera de encarar su realidad, siendo una de sus premisas principales “Si tu cambias, todo cambia”. La característica principal de este líder es el autoconocimiento, la imposibilidad de desligar la realidad personal de un individuo de la realidad empresarial del mismo, por lo que si una parte de su ser cambia de alguna manera, todo el conjunto que conforma a esta persona mutara junto a él.
Según el autor antes señalado, el liderazgo quántico promueve que las personas evolucionan o transforman su realidad a través de tres elementos básicos: disponer de enfoque, capitalizar  experiencias y ser creativos.
Cada elemento lo explica de la siguiente manera:
a.       Enfoque: En un mundo donde la dispersión y la ansiedad desperdician varios recursos, promueve que cada persona tenga claro “donde está”, “a donde va” y “cómo va a lograrlo”.  Cuando tenemos ese enfoque, comenzamos a transformar la realidad.
b.      Capitalizar experiencias: Desde la perspectiva de este liderazgo, no hay experiencias buenas o malas, cada una de ellas representa oportunidad para evolucionar.
c.       Creatividad: este liderazgo permite que personas y equipos sean más creativos al elaborar sus estrategias, buscar oportunidades o planear negociaciones. Hoy día ante cambios constantes, la creatividad es vital para adaptarnos y evolucionar a la misma velocidad de las transformaciones. El poco tiempo que las personas disponen para ser creativos, arriesga que los equipos se pierdan en el trabajo y el día a día termina por rebasarlos. 

Otra de las tendencias actuales es Liderazgo en Equipo, es decir el líder basado en el lema “divide y reinaras”, gobierna con éxito el grupo de trabajo pero no produce equipos, sólo agrupa personas para realizar una tarea. El buen líder con sus acciones conforma equipos de trabajo, manejando la mezcla adecuada de lealtad, motivación y confianza que las personas necesitan para creer y emprender en pos de los objetivos grupales.
       La diferencia entre un grupo de personas y un equipo de trabajo es lo que determina la eficiencia de una organización  El sentimiento de pertenecer a un equipo de trabajo permanece en el tiempo, y aunque uno haya dejado de pertenecer a ese equipo, ese sentimiento de lealtad se mantiene.
Ahora bien, bajo todo este contexto antes señalado, es importante destacar que las organizaciones venezolanas están orientando parte de su estrategia a fortalecer el liderazgo resonante en sus directivos, gerentes y supervisores, con trabajo en equipo, que se transforme, y en consecuencia transforme exitosamente a la organización, pues se busca un liderazgo contemporáneo sustentado en el ser integral.
Además, se observa como los diferentes estilos de liderazgos emergentes conforman un paradigma moderno para la comprensión del proceso de liderar y muestran especial énfasis en el análisis de la relación del líder con los liderados. Así, estas tendencias puntean al rescate del desarrollo personal y profesional del equipo y de la organización. De modo que, son tendencias que despiertan la necesidad del líder de reconocer la importancia de la formación y el desarrollo de capacidades y competencias de los liderados.
Los estilos de liderazgo que se siembran actualmente, son sustentados en aspectos concernidos con la autoestima, ética, empatía, autoconfianza y valores, generadores de las mejores cualidades de los equipos. Un estilo transformado que se fomenta en pro de las venideras generaciones.





Referencias

Cuevas J. (2012). Liderazgo Quántico. Grijalbo. México.
Goleman, Daniel; Boyatsys, Richard y McKee, Annie (2005). Líder Resonante Crea Más. EditorialRandomHouse. México.

Lussier, Robert y Achua, Cristopher (2005). Liderazgo. Teoría, Aplicación y Desarrollo de Habilidades. Editorial Thomson Learning. México.

Moreno, Carlos (2001). El liderazgo ético fundamentado en virtudes. Papeles de Ética, Economía y Dirección nº 6. Recuperado del sitio web: http://www.duoc.cl/etica/pdf/fet00/material-apoy/Liderazgo-y-virtudes.pdf el 5-05-13.
Robbins, Stephen (2009). Comportamiento Organizacional. Editorial Pearson. Prentice Hill. México.

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